Tailandia vuelve a retrasar la tasa turística
Tailandia ha vuelto a retrasar la aplicación de su tasa de entrada para turistas. Anteriormente, las autoridades confirmaron que no entraría en vigor hasta mediados de 2026 debido a «factores externos incontrolables» que afectan al turismo.
La medida se produce en medio de la continua caída de las llegadas internacionales y la incertidumbre económica. Anteriormente, el gobierno había aprobado la tasa en 2023, con el objetivo de lanzarla en 2024.
Sin embargo, los aplazamientos se sucedieron. Recientemente, los funcionarios se han referido a la «lenta recuperación del mercado» y al aumento de los gastos de viaje como factores desencadenantes.
Las llegadas más lentas provocan una reevaluación
Según el Ministerio de Turismo y Deportes, Tailandia registró 17,8 millones de llegadas de turistas de enero a principios de julio de 2025. Esto supone un descenso del 5,6% en comparación con el mismo periodo de 2024.
A pesar de varias campañas promocionales, mercados clave como China y Rusia siguen siendo poco prometedores. Además, el aumento de las tarifas aéreas y la fortaleza del baht han desalentado los viajes regionales. En consecuencia, el gobierno está adoptando una postura prudente antes de aplicar finalmente la tasa.
«Debemos esperar a evaluar la demanda turística internacional durante la próxima temporada alta, en el cuarto trimestre de este año», señaló Chakrapol Tangsutthitham, Viceministro de Turismo y Deporte.
Detalles de la tasa turística, finalidad original
Anteriormente, el gobierno fijó la tasa de entrada de turistas o impuesto turístico, conocido como «Kha Yeap Pan Din», en 300 THB (9,23 USD) para las llegadas por vía aérea. Mientras tanto, los visitantes por tierra y mar pagarían 150 THB (4,62 USD).
Con el tiempo, los ingresos financiarían infraestructuras turísticas y seguros para los visitantes extranjeros. En principio, esto aumentaría la seguridad de los visitantes y la preparación nacional.
La tasa de entrada de turistas sigue una larga serie de retrasos, desde su inicio en 2021, bajo el mandato del entonces primer ministro Prayut Chan-o-cha. En aquel momento, la propuesta indicaba que la tasa sería de 300 THB y que se aplicaría en 2022.
Los operadores turísticos expresarían más tarde una fuerte oposición ese mismo año. Esto ocurrió después de que el entonces gobernador de la Autoridad de Turismo de Tailandia (TAT), Yuthasak Supasorn, propusiera elevar la tasa a 500 THB.
El gobierno volvió a aplazar el lanzamiento de la tasa de 2022 a 2023, cambiando repetidamente los plazos. Mientras tanto, en 2024, el entonces primer ministro Srettha Thavisin anunció el archivo de la tasa.
Pero la nueva administración 2024 del primer ministro Pateongtarn Shinawatra y el ministro de Turismo Sorawong Thienthong actuó de otro modo, restableciendo la propuesta.
Reacción de la industria
En general, los operadores turísticos han respondido positivamente al retraso de la tasa de entrada turística. Les preocupa que añadir costes mientras Tailandia se recupera de la pandemia pueda disuadir a posibles visitantes.
Por el contrario, algunos funcionarios creen que el retraso puede ralentizar las mejoras de las infraestructuras. Aun así, el objetivo inmediato sigue siendo aumentar las llegadas, no gravarlas.
Impacto económico del retraso de la tasa
El retraso coincide con una desaceleración económica más amplia. A principios de julio, el Banco Mundial revisó a la baja la previsión de crecimiento del PIB de Tailandia en 2025, hasta el 1,8%, y el 1,7% en 2026.
En general, el turismo suele representar alrededor del 12% del PIB tailandés. Por ello, los expertos afirman que el número de visitantes debe recuperarse antes de que el gobierno introduzca nuevas tasas.
Mientras tanto, el gobierno sigue adelante con su campaña «Amazing Thailand Grand Tourism & Sports Year 2025». En concreto, la iniciativa pretende impulsar el turismo deportivo y los viajes de larga estancia.
Aumenta la confianza y el crecimiento de los visitantes
Los funcionarios esperan ahora que la tasa de entrada comience a aplicarse antes del segundo semestre de 2026.
Mientras tanto, los funcionarios del gobierno planean volver a evaluarlo después de la próxima temporada alta, tras supervisar la demanda turística internacional. Dicen que el retraso les da tiempo para estudiar el sistema digital de tarjetas de llegada y racionalizar el cobro de tasas en el futuro.
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