Abuso generalizado de los visados de estudiante
Tailandia está aplicando normas más estrictas tras destaparse el uso indebido de visados de estudiante por parte de trabajadores extranjeros ilegales. Las autoridades han informado de un aumento de inscritos en programas no universitarios que no tienen intención de estudiar. En cambio, muchos de estos estudiantes se aprovechan de los visados de estudios para entrar en Tailandia y trabajar ilegalmente en sectores como el turismo.
Recientemente, el gobierno identificó a más de 500 ciudadanos chinos que formaban parte de los matriculados en un campus de Chiang Mai. Los sitios web CSI LA y «Ru Tan Jeen» mostraban operaciones en la provincia de Lamphun, donde los estudiantes podían renovar un visado de estudiante por 10.000 baht.
Curiosamente, estos estudiantes tenían una asistencia mínima a clase. A raíz de ello, el Ministerio de Enseñanza Superior, Ciencia, Investigación e Innovación (MHESI) y la Oficina de Inmigración investigaron más a fondo el asunto.
Impacto en el turismo y la economía
Es importante señalar que este abuso no es sólo un problema de inmigración: afecta a la economía de Tailandia. Los funcionarios de turismo observan que hay extranjeros sin licencia que trabajan como guías turísticos y dirigen negocios no autorizados. Como consecuencia, los trabajadores locales pierden su empleo y la imagen de Tailandia como centro turístico legal se resiente.
Además, los expertos temen que se produzcan daños a largo plazo en el atractivo del país para los estudiantes y visitantes legítimos. Concretamente, el empleo ilegal mina la confianza pública y daña la reputación institucional.
Cinco medidas clave del visado de estudiante
En respuesta, las autoridades tailandesas han introducido cinco nuevas medidas para reforzar el control sobre los programas de visados para estudiantes. En primer lugar, las instituciones educativas deben ahora revelar todos los detalles del programa a los matriculados extranjeros. En segundo lugar, los funcionarios de inmigración aumentarán los controles in situ en los centros de enseñanza de todo el país.
En tercer lugar, las escuelas deben presentar a las autoridades informes mensuales sobre la situación de los estudiantes. En cuarto lugar, las instituciones que sean cómplices en el fraude de visados de estudiante se arriesgan a acciones legales o a la suspensión de la licencia. Por último, los ministerios y organismos deben ahora compartir datos y cooperar en las investigaciones.
Repercusiones para los infractores del visado de estudiante
Quienes sean sorprendidos trabajando ilegalmente con un visado de estudiante se enfrentan a penas severas en virtud de las leyes de trabajo en el extranjero de Tailandia. De hecho, los infractores pueden enfrentarse a multas, detención o deportación, dependiendo de la gravedad del delito. Además, los empresarios que contraten a estas personas también pueden ser procesados.
La Oficina de Inmigración ya está realizando redadas y controles selectivos en instituciones y estudiantes sospechosos. Además, los funcionarios animan al público a denunciar los casos de presuntos abusos a través de las líneas directas establecidas.
Aumenta la presión política y pública
Mientras tanto, los partidos políticos piden que se profundice aún más en el asunto. El Partido Popular ha exigido que se investigue a los ciudadanos chinos que presuntamente se aprovechan del visado de estudios. Además, varias instituciones budistas y religiosas han sido objeto de críticas por facilitar estos planes.
La reacción de la opinión pública es cada vez mayor, y muchos se preguntan cómo un número tan elevado de personas ha podido eludir los sistemas de supervisión. Además, los ciudadanos tailandeses expresan su preocupación por la explotación de los sistemas educativos en beneficio propio.
Un paso hacia el restablecimiento del orden
El gobierno de Tailandia insiste en que está comprometido a proteger su integridad en materia de educación e inmigración. Los funcionarios afirman que estas medidas reforzarán la inmigración legal al tiempo que desalentarán el fraude en los visados de estudiante.
Actuando ahora, Tailandia pretende preservar su reputación internacional y restablecer la confianza pública. Evidentemente, una aplicación más estricta ayudará a garantizar que el visado de estudiante cumpla su finalidad educativa prevista.
Al final, Tailandia espera atraer a estudiantes auténticos y mantener a raya a los trabajadores ilegales.
Foto de Annie Spratt en Unsplash